La Razón informa que las remesas que envían los mexicanos que viven en el extranjero pueden alcanzar un nivel de 26 mil 365 millones de dólares al final de 2016, lo que significa un incremento de 6.3 por ciento; con ello seguirán ubicándose como la tercera fuente de entrada de divisas para el país, sólo por detrás de las exportaciones automotrices y la Inversión Extranjera Directa (IED), según estimaciones de BBVA Bancomer.
Según el reporte Situación Migración, en 2015 estos recursos se ubicaron en 24 mil 791.7 millones de dólares, siendo el cuarto mejor registro histórico de este flujo hacia México. Los estados de Michoacán, Guanajuato, Jalisco, México, Puebla y Oaxaca fueron las seis principales entidades receptoras de remesas, mientras que por municipio, Tijuana, Puebla y Guadalajara tuvieron los crecimientos más altos.
Los mexicanos que viven en California, Texas e Illinois fueron los que más enviaron remesas a México, concentrando un 50 por ciento del monto total en 2015.
El economista en jefe de la institución bancaria, Carlos Serrano, recordó que los ingresos por remesas alcanzaron los 24 mil 791 millones de dólares en 2015, siendo el cuarto mejor registro histórico de este flujo hacia México; se espera que esta tendencia continúe hacia el 2016 y 2017, gracias al crecimiento del empleo en Estados Unidos y los fundamentales macroeconómicos estables del vecino país, principal receptor de migrantes mexicanos.
Hacia el primer bimestre de 2016, se advierte que el flujo de remesas mantiene la tendencia creciente del año pasado, incrementándose a una tasa de 16 por ciento con respecto al mismo bimestre de 2015.
“Considerando la tendencia reciente del crecimiento, el registro del primer bimestre y la evolución de elementos macroeconómicos fundamentales de la economía de Estados Unidos como el crecimiento del PIB y el empleo, nuestras previsiones muestran que las remesas familiares a México podrían crecer 6.3 por ciento para 2016, alcanzando un nivel acumulado de 26 mil 365 millones de dólares al final del año, superando el máximo histórico de 2007. Para 2017 se pronostica que las remesas alcanzarán 27 mil 839 millones de dólares con un crecimiento de 5.6 por ciento”, señaló el especialista.
Serrano también dijo que un cambio en la política migratoria de Estados Unidos podría incidir negativamente en el flujo de remesas; pero, considera que no es un factor que altere el dinamismo de envíos de dinero.
“Ha habido unas declaraciones del virtual candidato republicano Donald Trump, en el sentido de poner una tasa impositiva a los envíos de remesas; en el caso de que esto sucediera, la estructura institucional en Estados Unidos le haría difícil llevar a cabo ese plan, pues eso no sólo afectaría a los migrantes mexicanos, sino también a los europeos, asiáticos y demás extranjeros”, sostuvo Serrano.
Aunque, tampoco descartó que las elecciones presidenciales en Estados Unidos presionen el tipo de cambio, especialmente si Donald Trump avanza en las votaciones, lo que genera preocupación entre los inversionistas.
