EFE informa que con 25 millones de mexicanos que viven a menos de 100 kilómetros del cráter, el Popocatépetl es uno de los volcanes más peligrosos y vigilados del mundo por el riesgo de una actividad recurrente en los últimos 22 años.
El volcán registró un pico de actividad este lunes al arrojar fragmentos incandescentes a 1.6 kilómetros de sus laderas y una columna de ceniza de tres kilómetros de altura, que alcanzó el valle de Puebla, en el centro del país.
La lluvia de ceniza, catalogada como la más fuerte desde 1994, ha pintado de blanco la ciudad de Puebla y las poblaciones de San Pedro Benito Juárez, San Nicolás de los Ranchos, Tianguismanalco, San Martín Texmelucan y Huejotzingo.
Estas localidades están dentro del área de riesgo de ceniza junto con otras como Xalilitzintla, Atlixco, Cholula, Amecameca, Ozumba, Tetela del Volcán y Hueyapan, todo según los vientos que prevalezcan durante las erupciones.
El radio de riesgo del volcán comprende también ciudades como Cuernavaca y la capital mexicana y que según la magnitud del evento volcánico, pueden llegar a alcanzar desde un milímetro hasta un metro de espesor.
Las autoridades mantienen en amarillo fase dos la alerta sobre el volcán, cuyas erupciones son visibles desde la ciudad de Puebla, situada a 40 kilómetros del cráter; Tlaxcala, a 54 kilómetros; Cuernavaca, a 65 kilómetros; y la Ciudad de México y sus nueve millones de habitantes, localizados a 73 kilómetros del centro de actividad.
Santiago Xalitzintla es la población más cercana a su cráter, a solo siete kilómetros, y los habitantes, que literalmente viven bajo el volcán, se mantiene en una alerta constante para desalojar en caso de ser necesario.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), el Instituto de Geofísica y de Ingeniería de la UNAM, con el soporte del Instituto Geológico de Estados Unidos, operan la red que observa la actividad del gran coloso.
Cuatro cámaras de vídeo apuntan las 24 horas al cráter de “Don Goyo”, como llaman los pobladores, y transmiten en directo por Internet las imágenes y los eventos de erupciones de lava y las exhalaciones de ceniza, que han llegado a superar los dos kilómetros de altura.
Una red de 15 estaciones mide desde sus faldas, la más cercana está a 1.5 kilómetros del cráter, los tremores volcánicos, (pequeños temblores originados por su actividad) y hace análisis químicos y de concentraciones de los gases dióxido de azufre y dióxido de carbono.
Una red de ordenadores operada por el CENAPRED procesa los datos sobre el volcán y con ello, junto a las opiniones de un comité técnico científico, se determina el nivel de alerta y las acciones a seguir entre las poblaciones.
El Popocatépetl cambió su actividad estable para comenzar una fase intensa a partir de diciembre de 1994 con emisiones de lava y explosiones acompañadas de ceniza.
Su nombre significa “cerro que humea” en lengua náhuatl y es el segundo más alto de México con 5 mil 452 metros sobre el nivel del mar; un cráter de 900 metros de diámetro y 150 metros de profundidad, según datos del CENAPRED.
La montaña más alta de México es el Citlaltépetl con 5 mil 610 metros sobre el nivel del mar, en los linderos de los estado de Puebla y Veracruz.
El Popocatépetl es uno de los dos volcanes activos en México junto con el de Fuego o de Colima, que con 3 mil 940 metros sobre el nivel del mar se localiza en el estado de Jalisco (noroeste) y también tiene una red de vigilancia de 24 horas para prevenir su comportamiento.