Tras el hecho reprobable, ocurrido en el Hospital General Regional No. 36 “San Alejandro”, sobre la agresión sexual por parte de un enfermero a dos derechohabientes, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla, inició un procedimiento laboral para determinar las responsabilidades del trabajador implicado.

Derivado de las investigaciones realizadas por el área encargada de deslindar o en su caso sancionar a trabajadores de la Institución, la Delegación Estatal en Puebla a cargo del doctor Enrique Doger Guerrero, informa que:

Se determinó la responsabilidad del acusado en este hecho, dando como resultado la Rescisión de su Contrato Individual de Trabajo, debido a que su comportamiento es considerado como grave de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo.

El delegado del IMSS, Enrique Doger Guerrero explicó que el mayor compromiso de las personas que laboran en esta noble institución es sentirse orgullosas y, por ende, ofrecer su mejor esfuerzo atendiendo a los valores y no se permitirán actos como el sucedido anteriormente.

Finalmente reiteró que la instrucción del director general del IMSS, maestro Mikel Arriola Peñalosa es mejorar la atención, atendiendo a los principios de calidad y calidez.

LA HISTORIA

Tres pacientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) del hospital San Alejandro denunciaron agresiones sexuales de parte del enfermero Alfredo Otilio Flores Vázquez,  por lo que se abrió la averiguación previa 644/2016 por el delito de ataques al pudor, según denunciaron familiares de las víctimas.

Los hechos ocurrieron la madrugada del sábado pasado cuando alrededor de las cuatro horas el enfermero pasó por las camas 413, 414 y 415, donde abusó de las pacientes. Fue hasta la noche del mismo sábado que familiares de una de las tres víctimas levantaron la denuncia por la agresión sexual.

La paciente relató que el enfermero de aproximadamente 35 años de edad la atendió de manera normal por la tarde, sin embargo durante la guardia de la noche llegó a manosearla sin justificación.

Según una de las afectadas, el enfermero le introdujo una mano en sus genitales y realizó movimientos lascivos cuando ella dormía e incluso, su pareja, quien la acompañaba en el piso, se despertó y exigió al enfermero que dejara de tocarla.