Cambio informa que el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Izúcar de Matamoros es el que cuenta con las peores condiciones para el trato de los reos, dado que no cumple con las medidas básicas para garantizarles una estancia digna, razón por la que representa una bomba de tiempo, concluyó la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en su Diagnóstico Estatal de Supervisión Penitenciaria 2015.
En general, las 22 cárceles con las que cuenta el estado y el Centro de Internamiento Especializado para Adolescentes (CIEPA) tienen deficiencias tales como la falta de clasificación entre hombres y mujeres, escaso seguridad, mala alimentación, entre otras; el organismo da a conocer en su estudio que el de Huejotzingo fue relevado del primer lugar de los peores.
Hasta el 2013, el Cereso de Huejotzingo, de donde escaparon 11 internos en diciembre de 2015, era el peor calificado, pero el año pasado mejoró sus condiciones, según la Comisión, aunque quedó en segundo lugar con la calificación más baja, 4.58, sólo cuatro décimas menos que el puntaje de Izúcar que es de 4.48.
De acuerdo con dicho diagnóstico, en ambos espacios no se garantiza la integridad física y moral de los internos, ya que en cualquier momento se puede registrar un amotinamiento por la falta de infraestructura y atención.
De los 23 espacios evaluados, 14 obtuvieron un puntaje aprobatorio de “panzazo” con 6 y 7. Los otros nueve, tuvieron calificaciones de 4 y 5 puntos.
Seguido de Izúcar de Matamoros y Huejotzingo, se ubica en la lista de los peores, el de Chiautla de Tapia con 5.2 puntos, Tepeaca 5.28 y Atlixco 5.6. En Cereso con la calificación más alta fue el de mediana seguridad, Tepexi de Rodríguez con 7.9; Zacapoaxtla con 7.6, Ciudad Serdán 7.5, el Cereso de Tetela de Ocampo obtuvo un promedio de 7.2, mientras que el CIEPA fue calificado por la CEDH con 6.8.
La Comisión explica que esta supervisión penitenciaria comprende una entrevista con el director o responsable del centro, con un porcentaje de los internos, así como con una inspección y verificación de las instalaciones, de la documentación con la que debe contar, entre otras cosas.
En el caso de los Ceresos de San Pedro Cholula y Tehuacán, no cuentan con áreas destinadas al descanso, alimentación, trabajo y esparcimiento interno, aunado a que los inmuebles están sucios.
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