En el subsuelo de la ciudad de Puebla existe un laberinto de túneles que podría medir hasta dos kilómetros.

Por lo pronto fueron abiertos tres de estos pasadizos construidos en el siglo XVII.

Sergio Vergara, gerente del Patrimonio del Centro Histórico de Puebla, dice que uno de uno de los túneles es para ver la parte de la estructura de la historia de Bubas de 300 años de puentes en Puebla, luego tenemos uno abajo de los lavaderos de Almoloya y el tercero que es en el que le llamamos nosotros corredor 5 de mayo.

El túnel puente de Bubas comunicaba a las personas de estrato social bajo con la población española que vivía en lo que ahora es el Centro Histórico de Puebla.

Su nombre surgió en el año de 1600 por un brote de peste Bubónica.

Mide 70 metros de longitud y tiene cuatro metros de altura y cinco de ancho; en este lugar fue encontrado un escudo real de la cuidad grabado en piedra.

Alejandro Cañedo, director de Turismo del municipio de Puebla, dice que "los poblanos teníamos el conocimiento de que había los túneles, siempre nos platicaban de todo lo que la ciudad tenía abajo pero que nadie conocía".

Otro túnel es el de Almoloya, utilizado por gobernantes indígenas y unía el ex convento de San Francisco con la casa Aguayo, actualmente la sede de la Secretaria General del Estado de Puebla.

Hasta ahora se han rescatado 140 metros de este túnel que tiene tres metros de altura y dos de ancho.

El tercer túnel que comunica al templo de San José con la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe, mide 300 metros de longitud por cinco metros de altura.

Durante los trabajos de rescate  se encontraron artículos de cocina, canicas, balas y herraduras.

El túnel 5 de mayo toma gran importancia en el año de 1862, este pasadizo fue utilizado como una vía de comunicación estratégica, por el Ejército mexicano y los indígenas Zacapoaxtlas, quienes lograron sorprender al Ejército francés hasta llegar a la zona de batalla de los fuertes de Loreto y Guadalupe.

José Ignacio Flores, guía del túnel, comenta que por ahí llegó a pasar Porfirio Díaz con su caballo, también el general Ignacio Zaragoza, ambos se desplazaban de San José al Fuerte de Loreto.

Se estima que la red de túneles de la ciudad Puebla mide al menos dos kilómetros de longitud. Hasta el momento solo se han rescatado 510 metros que ya pueden ser visitados.

Durante más de un año los tres túneles fueron rehabilitados y designados museos de sitio; ya forman parte del proyecto los Secretos de Puebla.

Fuente: http://noticieros.televisa.com/mexico-estados/1603/secretos-puebla-tuneles-subterraneos/