La que fuera una de la Fundaciones de beneficencia más grandes del país hoy está a punto de desaparecer, según sus propios informes al Servicio de Recaudación Interna de Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés) publicadas por el diario REFORMA.
La Fundación Mary Street Jenkins, la principal benefactora de la Universidad de las Américas y el Colegio Americano en Puebla, y de obras como el Instituto Nacional de Cardiología, se ha quedado sin patrimonio.
Entre 2013 y 2014, sus activos netos cayeron 98.8 por ciento, debido a que en 2014 donó un monto extraordinario de 228.8 millones de dólares.
Esto contrasta con las donaciones realizadas entre 2003 y 2013, que en promedio anual fueron por 2.4 millones de dólares, según revisión de Grupo REFORMA de sus reportes.
Guillermo Jenkins de Landa –quien hasta 2013 formaba parte del patronato de la fundación—presentó una demanda por esta irregularidad ante la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Puebla el pasado 25 de noviembre.
En ella pide que se investigue una posible disposición ilegal de los recursos por parte de la propia familia, lo que constituye un capítulo más de un largo conflicto.
La Mary Street Jenkins fue fundada en 1954 con la fortuna heredada por el millonario estadounidense William O. Jenkins, quien dejó estipulado que esos recursos no eran para sus hijos y nietos, sino para la sociedad mexicana. Estuvo administrada entre 1963 y 2000 por el banquero Manuel Espinosa Yglesias y familia.
Pero los Jenkins la pelearon y desde ese año y hasta mediados de 2013 lograron que el patronato de la Fundación quedara en manos del hijo del fundador, Guillermo Jenkins Anstead, su esposa y sus hijos, Guillermo y Roberto Jenkins de Landa. En junio de 2013, aludiendo malos manejos, la familia expulsó al primogénito Guillermo Jenkins de Landa del patronato.
A su vez, él acusó a sus padres y hermanos de usar la Fundación en su propio beneficio para triangular dinero para inversiones inmobiliarias. En marzo de 2015, el SAT sacó a la Jenkins del padrón de donatarias autorizadas, estatus que le permitía no pagar impuestos.
Pero en EU conserva su situación de fundación privada y el 17 de agosto presentó ante IRS su informe 2014. Según el formato 900-PF; obtuvo 4.3 millones de dólares por rendimientos de su inversiones y gasto 238.4 millones de dólares, detallando la donación extraordinaria de 228.8 millones de dólares.
Con ello se quedó con un activo neto de solo 2.8 millones de dólares, 98.8 por ciento inferior a los 233.4 millones de dólares de 2014. El 26 de noviembre, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Sexto Circuito de Puebla determinó que la junta para el cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada de Puebla tiene facultades para declararse sobre el conflicto
Tiene 15 días hábiles (que cumplen el 16 de diciembre) para responder a la demanda. En la demanda se acusa que se han violado los propios estatutos de la Fundación, ya que el artículo 4 dice que no puede disponer capital y los rendimientos de inversiones solo son a beneficencia. Entre inversiones líquidas y propiedades de inmuebles en México; la Fundación Mary Street Jenkins alcanzó más de 750 millones de dólares de activos.
(Con información de Reforma)