El Sol de Puebla informa que el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa lamentó la muerte violenta del sacerdote de Cuyoaco, Erasto Pliego de Jesús, luego que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) confirmó que el lunes se encontró el cuerpo calcinado al 40 por ciento en Nopalucan de la Granja la tarde del lunes.

A través de un breve comunicado de prensa, el líder de la grey católica agradeció el apoyo de las autoridades para localizar el cuerpo del párroco de Santa María de la Natividad después que se reportara su desaparición la madrugada de viernes y extendió sus condolencias a la familia.

Una fuente de la Arquidiócesis refirió que el cuerpo será cremado y sus cenizas depositadas en Cuyoaco durante una celebración religiosa.

Reclaman inseguridad al presidente municipal

La molestia que generó entre los pobladores la muerte del sacerdote Erasto Pliego de Jesús, fue "la gota que derramó el vaso" en la comunidad pues después del suceso sus habitantes denunciaron la inseguridad que existe en la región y señalaron al edil, José Luis Rechy Tirado, por no atender las demandas del municipio.

Ayer por la noche lo que primero fue una reunión informativa sobre el sacerdote, se convirtió en un espacio de quejas y más de 150 pobladores denunciaron que las tres patrullas que prestan seguridad en el municipio son utilizadas para intereses personales del edil y sus servidores públicos, abandonando sus responsabilidades con los pobladores.

En la puerta de la Presidencia Municipal la gente demandó la presencia del alcalde para que les diera informes del caso del sacerdote; sin embargo, pronto comenzaron las quejas de los pobladores respecto a que en la región hay altos índices de delincuencia y asaltos, por lo que pidieron a Rechy Tirado que atienda las demandas.

Los pobladores fueron citados a las 18:00 horas para recibir un informe; sin embargo, no fueron atendidos por el edil por lo que durante varios minutos se negaron a hablar con algún otro funcionario hasta que llegó el delegado de Gobernación estatal, David Díaz Vázquez, quien logró calmar los ánimos en tanto llegó el alcalde.

Aprovechando los ánimos y la unión que se generó entre los pobladores se dedicaron a exigir al funcionario estatal que intervenga para que haya mayores acciones de seguridad, la instalación de topes en vialidades de alta velocidad y mejor atención de los servidores públicos o de lo contrario la destitución del presidente municipal.

Por su parte el alcalde, con notable aliento alcohólico, al dirigirse a los inconformes afirmó que lo más importante es esclarecer la muerte del sacerdote, por lo que se negó a abordar las demandas del municipio argumentando que en otra ocasión atenderá las denuncias sobre seguridad en la comunidad, lo que no dejó muy contentos a los pobladores.

En breves minutos el edil se comprometió a tener un acercamiento después con la gente y en voz alta pidió a los elementos de seguridad de Cuyoaco que atiendan las demandas del pueblo, ante las acusaciones de que estos son utilizados para procurar intereses propios de los servidores públicos.

Finalmente cabe mencionar que con la intención de reforzar la seguridad en la región el estado asignó tres patrullas que permanecerán en la comunidad de manera indefinida, prestando atención a los pobladores.

Fuente: http://www.oem.com.mx/elsoldepuebla/notas/n4005389.htm