UN1ÓN reporta que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó el estudio “Midiendo el bienestar en los Estados Mexicanos”, el cual señala que durante tres últimos lustros México ha elevado su calidad de vida gracias a temas como la salud, el acceso a los servicios básicos y la vivienda.
Sin embargo, pese a los avances registrados, el estudio también revela que el país requieren más acciones para que los indicadores de bienestar en México se aproximen a la media de los países que integran la organización.
En el caso de Puebla el análisis desnuda situaciones en las que se sigue quedando a deber pese a las inversiones que se han hecho en diversos rubros productivos en la entidad.
Entre las principales debilidades del estado sigue estando la pobreza, pues la entidad se ubica en el cuarto sitio nacional, con mayores índices de pobreza, sólo superado por Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
En tanto, en el mismo rubro de ingresos, el estado es quinto lugar nacional en número de población en condiciones de pobreza extrema, superado nuevamente por Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz.
Cabe señalar que el estudio presentado por la OCDE se basa en cifras del 2014, y esos mismos números reflejan que Puebla se encuentra rezagado en 11 de 12 de las “dimensiones de bienestar”.
El análisis refiere que Puebla supera el promedio nacional en la dimensión de seguridad debido a una baja tasa de homicidios; no obstante, el estado queda rezagado en la mayoría de las otras dimensiones.
Por ejemplo, el 72% de las personas empleadas se encuentran laborando en el sector informal, 14 puntos porcentuales arriba del promedio nacional. La tasa de mortalidad infantil es la más alta del país, y únicamente un cuarto de los habitantes del estado perciben a los jueces como no corruptos.
En el periodo de 2009 a 2014, en comparación con el promedio del país, el estado mejoró en la dimensión de accesibilidad a servicios debido a que el porcentaje de viviendas con acceso a servicios básicos se ha incrementado de un 70% a un 83%, el avance más grande que se ha visto en este indicador en el país.
También se han registrado avances en las dimensiones de vivienda, educación y salud (la esperanza de vida al nacer incrementó en dos años). Por otra parte, su desempeño en la dimensión de ingresos se ha deteriorado, en los últimos años, de forma más rápida que el promedio nacional.
Las dimensiones de bienestar que se evalúan son: Vivienda; Ingresos; Empleo; Accesibilidad a Servicios; Seguridad; Educación; Medio Ambiente; Compromiso Cívico y Gobernanza; Salud; Satisfacción con la Vida; Balance Vida-Trabajo y Comunidad (Relaciones Sociales).
