En junio de 2015, Volkswagen de México presumió que recibió el premio a la "Excelencia Ambiental 2014", que le otorgó el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto a través de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, , por sus acciones "sobresalientes" en el cuidado del medio ambiente.

La entrega de ese distintivo se llevó a cabo en el marco de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, en una ceremonia realizada en el Parque Bicentenario, en la Ciudad de México.

Hoy, sin embargo, se sabe que en su planta de Puebla, VW produce tres de los cinco modelos (Golf, New Beetle y Jetta) señalados por autoridades por estar equipados con un programa informático que detectaba automáticamente los controles de contaminación con el objetivo de falsear los resultados. Un fraude ambiental de consecuencias mayúsculas para la empresa alemana.

Pero en 2015, antes de que esto se descubriera, irónicamente Volkswagen recibía premios ambientales; la firma automotriz alegaba destacaba entonces su filosofía Think Blue, que "contempla la movilidad sustentable, con motores eficientes en su consumo de combustible y de bajas emisiones; una producción de vehículos y agregados respetuosa del medio ambiente y de los recursos no renovables; la concientización ambiental de colaboradores, clientes y proveedores, así como  el apoyo a proyectos externos que contribuyen con la protección de la naturaleza en México.".

Según VW, para el año 2018 cada uno de sus procesos de producción de automóviles y componentes sería 25% más amigables con el medio ambiente, en comparación con los indicadores del 2010. Esto incluirá el consumo de energía,  agua, generación de emisiones de CO2 y COV a la atmósfera, así como la generación de residuos.

Sin embargo, hoy la empresa está en medio de un escándalo mundial, que le ha costado desprestigio y que al menos 14,000 millones de euros (15,6000 millones de dólares) de capitalización bursátil se esfumaran al perder más de 18% en la Bolsa de Fráncfort.

Hasta el momento, la planta de Puebla ha guardado silencio.