Excélsior informa que Juan Alvarado Ibarra fundó la dinastía, se llamaba El Hombre del Brazo de Oro, cuando sus hijos comenzaron a luchar, Jesús fue El Brazo de Oro, José El Brazo DE Plata, Juan El Brazo.
Juan Alvarado Nieves, en su etapa de fogueo adoptó el mote de Johny El Suavecito, personaje exótico, del cual sacaba provecho por su peculiar forma de caminar, era agosto de 1980.
Luego de un recorrido por el mundo de la lucha libre, se unió con sus hermanos y triunfaron en el Toreo de Cuatro Caminos, por diferencias empresariales emigraron de ahí, el 21 de octubre de 1988 en La Plaza Monumental Lorenzo Garza de Monterrey apostaron sus incógnitas frente a los Villanos 1, 1V y V y Los Mosqueteros del Diablo, como también eran conocidos fueron destapados.
De manera increíble los promotores salieron huyendo, jamás les pagaron y era uno de los hechos que más lastimaron a Juan a lo largo de su carrera, después de este duro golpe se les cerraron las puertas en varios lados, pero gracias a su carisma, la Arena México les abrió sus puertas.
El público se les entregó y se consagraron nuevamente, recuperando su sitio, no importando parentescos, Juan se jugó la cabellera con su hermano Jesús, resultando triunfador Juan, en ese mismo local lo rapó Fabuloso Blondy.
Luchaba poco, enfermó y fue internado por complicaciones gastrointestinales y de presión arterial, sufrió un coma diabético, esto le provocó un infarto, de ahí la causa de su muerte, ocurrida la madrugada del miércoles 16 de octubre.
El lunes 14 de octubre falleció el réferi Chocolate, de nombre Luis Castillo, la causa de su deceso fue un infarto fulminante.
Se le recuerda por una batalla polémica celebrada el 30 de abril de 1993 en La Plaza México, Perro Aguayo Padre destapó a Máscara Año 2000 (Jesús Reyes González).
El Chocolate se desempeñaba de manera independiente y así lo vimos en Valle de Luces por rumbos de Tasqueña o en La Comisaría Ejidal de San Lorenzo Tezonco, realizando siempre un digno papel.
Dos valiosos elementos de nuestra lucha libre nos dicen adiós, los recordaremos con afecto y deseamos pronta resignación a sus respectivas familias.