Excélsior informa que Nahuel Guzmán cojeó todo el partido. Nunca quiso salir del campo y lo que parecía un acto heroíco a favor de Tigres, terminó por ser un regalo para el Pachuca. Falló el arquero, en un disparo de Hirving Lozano, anotó Franco Jara y los Tuzos levantan el título de la Liga de Campeones de la Concacaf al ganar 1-0 en el Hidalgo, 2-1 en el marcador global.
En el primer tiempo, un disparo de André Pierre Gignac pegó en el poste y acabó fuera del campo. El francés alzó las manos al cielo y luego miró a Ricardo Tuca Ferretti, como buscando saber por qué ninguno de los disparos del visitante terminaba en el fondo de la portería de Alfonso Blanco. En el otro lado, un delantero que parecía tener la brújula perdida, que había fallado un cabezazo y un mano a mano, encontró un rebote que rompió con su sequía de goles y le entregó el título al Pachuca.
Mención aparte merece Alfonso Blanco, el portero de los Tuzos llegó criticado a la final de la Concachampions. Con poca experiencia, había titubeado en los juegos pasados, pero en la final enseñó que hay capacidad para suplir a Óscar Pérez, próximo a retirarse. En el estadio Universitario detuvo un penal y en la casa del Pachuca, en el primer tiempo, le arrebató la gloria a Gignac, al volar para detener un disparo del francés.
El control de Tigres no permitía ver que había un problema en el once de Tigres. El portero, el que menos había intervenido, salió lastimado en un choque con Franco Jara, en el primer tiempo. Se le vio cojeando cuando corrió a mediocampo a darle indicaciones a sus compañeros y hasta requirió de la atención médica antes del gol. Limitado de movimiento, al minuto 82, un disparo de Hirving Lozano, que parecía no tener mayor grado de dificultad, se le escapó de las manos al portero argentino y acabó en los pies de Franco Jara.
Jara no falló. Punteó el esférico y corrió a festejar con la barra del Centenario, la porra de los Tuzos que ha sido testigo de los cuatro títulos que ha ganado el equipo de Hidalgo en el nuevo formato de la Concachampions y cinco campeonatos si se revisa el historial completo de la competencia.
Todavía había esperanza para Tigres. Nahuel Guzmán, tras el gol, corrió, junto a Javier Aquino, a pedir que Ricardo Ferretti soltara las amarras y mandara a su equipo a evitar que el Pachuca le ganara la cuarta final a un equipo de Monterrey, tres a los universitarios y una a los Rayados. El Tuca, con la final perdida, soltó al ataque al equipo más valioso de la Liga MX. Quiso ser tormenta el visitante, pero las intervenciones de Omar González, en la batalla aérea, y las de Óscar Murillo, al ras de pasto, apagaron las intenciones de su rival.
Ferretti atendió la petición. Gignac anotó el empate a uno en el minuto 48, pero, cuando volteó al lado izquierdo de la cancha, el árbitro asistente había anulado la anotación. Tigres perdió su tercera final internacional, Pachuca va por cuarta ocasión al Mundial de Clubes.