Este domingo, HBO estrenó Westworld, programa de televisión que atrapó rápidamente a la audiencia por los misterios que envuelven a la trama. Sin embargo, los fans del gaming también notaron que el show transmite una sensación de mundo abierto y RPG, y según parece, esto no es un accidente.
Durante una entrevista, el productor ejecutivo, Jonathan Nolan, mencionó que él y Lisa Joy, también productora ejecutiva, tomaron inspiración de algunos videojuegos para crear Westworld.
Algunos títulos de los que habla Nolan son Skyrim, BioShock y Red Dead Redemption, juegos que son de los preferidos de los fans, pero ¿cómo encaja esta fórmula con Westworld?
"Ahora, los videojuegos son una industria más grande que el cine o la televisión. Nunca he trabajado para esa industria, pero mis amigos tienen algunos, y me fascinaba la idea de escribir una historia en la que las acciones de los protagonistas no son parte de la historia", explicó. "En juegos como The Elder Scrolls: Skyrim, Red Dead Redemption o los juegos de BioWare, la moralidad es una variable. ¿Cómo se escribe una historia en la que existe el componente moral del héroe en un espectro? Eso fue un reto fascinante".
Asimismo, Nolan habló de las diferencias entre la creación de personajes en películas y videojuegos, teniendo más libertades con esto últimos por la interacción que permite el gaming.
"También estoy fascinado por la forma en la que los personajes no jugables en los videojuegos tienen sus propias vidas. En Skyrim, cuando entras a un pueblo, no necesariamente eres la persona más importante ahí. Los NPCs tienen vidas que ocurren sin importar si estás ahí o no. He escuchado los comentarios de Ken Levine sobre la creación de BioShock Infinite y el afecto que los desarrolladores y diseñadores desarrollan para sus personajes. Es una relación cualitativamente diferente a la que los guionistas tienen con sus personajes, porque los personajes de videojuegos no sólo recitan un diálogo — ellos hacen muchas cosas — y los jugadores interactúan con ellos".
Westworld es una serie que se transmite en HBO todos los domingos. El show está inspirado en la película homónima de 1973 en la que un grupo de seres artificiales se apoderan de un parque de diversiones futurista.