La realidad virtual es maravillosa y parece que la veremos hasta en el cereal —literalmente—, pero la que de verdad vale la pena, la que está enfocada en experiencias muy sofisticadas y envolventes, necesita una PC súper poderosa. PC, no MacBook, no Mac Pro, PC.
¿La razón? Palmer Luckey, el CEO y fundador de Oculus VR, considera que las máquinas que construye Apple no están diseñadas para videojuegos de alto desempeño, dado que carecen de un procesador gráfico decente.
“Todo se resume en que Apple no le da prioridad a los GPUs de gama alta. Puedes comprarte tu Mac Pro de $6000 dólares con la avanzada AMD FirePro D700 y de todos modos no alcanzarás los requerimientos mínimos para Oculus.”
Y tiene razón, pues en cuanto a poder gráfico, las Mac incluyen lo mínimo justo para tareas de diseño, de animación o de edición de video, pero le dejan toda la carga de trabajo al CPU. Las computadoras de Apple son excelentes para profesionales, pero algo sofocante para los gamers serios.
“Si Apple lanza algún día una buena computadora, entonces haremos compatible Oculus VR. Mientras tanto, ninguna máquina [de Apple] tiene soporte. Pero incluso si adaptaramos el software, la mayoría de la gente no podría disfrutar los juegos de manera óptima.”
Lo sentimos fans de Apple, pero tendrán que esperar a que alguna Mac tenga una tarjeta gráfica poderosa o, mejor aún, que Apple se decida a crear su propio visor. Cualquiera de las dos alternativas estaría perfecta.