Unos de los principios básicos de la tecnología, es que tiene que aportar un beneficio significativo a quien la usa, ya sea una mejora en calidad de vida, o bien, nuevas herramientas que ayuden con la labor diaria. Dentro del campo de desarrollo tecnológico para personas invidentes o débiles visuales, se ha buscado crear dispositivos que los ayuden a percibir objetos y situaciones como si estuvieran viendo, pero a través del tacto, de aquí han surgido interesantes iniciativas como la tablet para invidentes, o por medio de la impresión 3D para “ver” fotografías u obras de arte.
Dentro de este terreno, es como ahora conocemos un nuevo desarrollo que otorga a las personas invidentes tener acceso a mapas, imágenes, juegos, e inclusive hojas de cálculo, esto por medio se una pizarra interactiva que aprovecha la impresión 3D y los comandos de voz, como si se tratara de una pantalla táctil.
Linespace: sintiendo e interactuando
Esta pizarra bautizada como Linespace ha sido desarrollada por el Instituto Hasso Plattner en Alemania, su funcionamiento se basa en una cabeza robótica capaz de desplazarse por toda la superficie gracias a un brazo mecánico y motores, su trabajo es dibujar líneas de plástico para así crear imágenes, ya sea para mapas, estructuras o programas de diseño de interiores.
El sistema se activa por medio de un pedal y la voz, donde uno de sus puntos más atractivos es la posibilidad de señalar un punto especifico en la superficie, para así solicitar mayor información. Hasta el momento, esta pizarra cuenta con aplicaciones de dibujo, mapas, Excel, el juego de buscaminas, una para diseño de interiores y Homefinder, que permite a los usuarios buscar apartamentos con trazado de mapas de la ciudad, acercamientos y detalles de cada propiedad.
Linespace ha arrancado sus primeras pruebas con muy buenos resultados, donde sus posibilidades apuntan a su incursión en varios campos, pero sus creadores creen que en la educación es donde se podrá aprovechar más. Ahora el siguiente reto es crear una versión asequible, para que esté accesible a una gran cantidad de usuarios, ya que al día de hoy, fabricar este tipo de pizarra representa un gasto de poco más de 1.000 dólares, esto sin contar las aplicaciones y su respectiva programación.
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