Durante su administración, Donald Trump ha amenazado con deportar al menos a 3 millones de mexicanos indocumentados. La posibilidad de que muchos de ellos no cuenten con un ahorro para su vejez es alta, pues las remesas que envían son utilizadas para cubrir los gastos diarios de sus familias, lo cual los pone en situación de vulnerabilidad financiera.

La reciente Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF 2015), realizada por el Inegi, muestra que de una población de 6.5 millones de personas que recibieron remesas en el último año, 59.3% lo destinó a pagar gastos de comida, personales o servicios; 25.4% para emergencias, imprevistos o enfermedades y 7.1% para pagar la educación de sus hijos.

El ahorro no figura entre las respuestas y mucho menos el ahorro para el retiro.

Para los migrantes que regresarán y para los que se quedan en el país del norte –una población de 13.8 millones de personas, calcula la Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (Consar)- generar un ahorro para su vejez resulta importante.

“Todas las personas que van a regresar, primero tendrán que encontrar trabajo. Si en México estaban subempleadas, es decir que no tenían seguridad social y se fueron para Estados Unidos, es probable que ahora no cuenten con ningún ahorro, y tendrán que iniciarlo a través de la Afore”, explica René Guigui, profesor investigador en la Escuela de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Panamericana.

Para tener Afore será necesario que el migrante esté dado de alta ante el IMSS. El reto, señala Guigui, es que las personas que se regresen consigan un empleo formalmente establecido donde les ofrezcan las prestaciones de Ley. En el caso de los que migraron y que en México trabajaron formalmente hasta después del 1 de julio de 1997 podrán reactivar su afore haciendo aportaciones voluntarias.

De acuerdo con la información que Expansión obtuvo del centro de atención telefónica SARTEL-EU (001 844 582 49 33), la línea que la Consar puso a disposición de los migrantes en abril del año pasado, existen dos escenarios posibles.

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Si te deportan…

Quienes cotizaron antes de 1997 -es decir bajo la Ley del 73- y regresen a México deberán reunir los comprobantes de los depósitos que hizo su patrón al SAR 92. Estos pueden ser estados de cuenta emitidos por el banco, recibos de nómina en papel, un formato de asignación de beneficiarios emitido por el banco que administró los fondos o un documento emitido por el banco donde se indiquen el nombre del trabajador y el monto de los recursos del SAR que administró.

El migrante deberá presentar cualquiera de estos documentos ante la Afore de su preferencia; la administradora lo registrará como cliente y se encargará de rescatar esos recursos.

Si te quedas a trabajar en EU…

Una encuesta realizada en 2013 por Hispanic Wealth Project, organización que estudia el comportamiento económico de la sociedad hispana en EU, detallaba que 55% de los mexicanos planeaba en aquel entonces regresar al momento de su retiro. Y 40% de ellos, que alguna vez cotizó en el IMSS o tienen una Afore, esperaban obtener una pensión; sin embargo, no la alcanzará por falta de requisitos.

Para estos trabajadores que tienen afore y al migrar dejaron de hacer aportaciones, existe la modalidad de ahorro voluntario.

Según la asesoría de SARTEL-EU el trabajador puede hacer depósitos de acuerdo a sus posibilidades, con la periodicidad y montos que él decida, sin pagar comisión por depósito.

Las aportaciones voluntarias pueden hacerse a través de tres vías: domiciliación a tarjeta de débito y vía transfer (ambas cuentas deben haber sido abiertas en México) o vía remesas.

Los familiares del migrante pueden hacer los depósitos en tiendas 7-Eleven, Círculo K, Extra, Telecomm y Farmacias del Ahorro, ventanilla de afore o Bansefi. Las Afores no cobrarán ninguna comisión por los depósitos, que pueden hacerse desde 50 pesos, con solo mencionar el número de CURP del trabajador.

René Guigui recomienda a los mexicanos en el extranjero abrir una cuenta de inversión conservadora (de renta fija) en México, depositar el 10% de cada dólar que reciban o bien de su sueldo semanal o quincenal. “Al final cuando regresen y saquen ese dinero, el tipo de cambio les habrá beneficiado porque sus dólares se convertirán a pesos y valdrán más”, explicó.

Fuente: http://expansion.mx/dinero/