Paola Alonso es una joven de 24 años que tiene dos hijas pequeñas. Hace poco más de un año, comenzó a hacer bolsas de mano. Aunque en un principio eran solo para ella, como una forma de entretenerse, sus familiares empezaron a preguntarle el origen de su accesorio y a encargarle piezas para ellos. Después, Paola optó por elaborar lencería. Y así nació AlHandMade, un micronegocio que se ha vuelto su única fuente de ingresos y que se comercializa solamente a través del ‘boca en boca’ e Instagram.
Con una primera muy pequeña inversión propia de 300 pesos y con solo tres modelos para vender, Alonso encontró un vacío en el comercio de lencería. Aprovechó y escuchó las demandas de clientes y conocidos que pedían más tallas y diseños distintos. Actualmente, su inversión sigue siendo pequeña comparada con las de negocios establecidos, pero ya vende aproximadamente 1,000 pesos diarios.
Alonso, que estudió periodismo y el emprendimiento nunca pasó por su mente, tiene que combinar el cuidado de sus hijas y el negocio. Su estrategia es trabajar en las noches y hacer entregas durante el día. La clave, según ella, está en producir poco y aumentar el ritmo según la demanda.
Su plan a futuro es contratar personas que le apoyen con la parte logística y abrir un taller o showroom, pero siempre dedicándose ella a elaborar las prendas de forma personal.
Si quieres emprender un micronegocio que complemente tu trabajo y después hacerlo crecer, Julio Sánchez, experto en marketing por internet y negocios, autor del blog julio-sanchez.com, afirma que lo ideal es ir creando objetivos y tener metas claras sobre lo que se quiere lograr con este nuevo negocio. Y establecer una serie de tareas para cumplir con compromisos claros y así, generar ingresos desde el principio.
El especialista agrega que con la tecnología se pueden automatizar procesos y reducir tiempo invertido en el negocio. Para hacer crecer esta nueva actividad de la forma correcta sin descuidar otras labores, el tiempo que se debe dedicar tiene que estar en relación con los ingresos que se obtienen. Una vez que las ganancias del emprendimiento superen las del trabajo tradicional es momento de volverlo la prioridad.
Para la estrategia de marketing, no es necesario contratar expertos o invertir dinero en difusión. Sánchez señala que se puede aprovechar el tráfico orgánico de las redes sociales, al compartir experiencias del uso de los productos o servicios. La clave está en no tratar de venderle a las personas, la meta es satisfacer una necesidad. “Esa es la que tenemos que detectar para ofrecerles la solución y se conviertan en nuestros clientes”, indica.
German Gorriz, experto en negocios y marketing y autor del blog germangorriz.com, aconseja no basar toda la estrategia en redes sociales por los cambios de políticas que podrían haber. También se puede armar una estrategia con una página de Internet o planteando los problemas y soluciones del producto o servicio en foros.
Ambos expertos coinciden en la importancia del ‘boca en boca’. Gorriz apunta que esta es la estrategia más importante para las ventas, ya las ventas dependen mucho de las recomendaciones efectivas, las que se obtienen solamente contando los beneficios del producto o servicio.
Gorriz da los pasos a seguir para comenzar un micronegocio de manera exitosa:
1. Conoce tus recursos. “Si tienes algo de tiempo puedes aprovecharlo al máximo, o si posees una habilidad que nadie más tiene”, menciona el experto. Después de reconocer la capacidad, es necesario formarse, al menos lo básico para hablar del producto.
2. Analiza la necesidad del mercado. Es necesario saber a profundidad los deseos y hábitos del nicho meta. Si ves que los estudiantes necesitan horarios flexibles, puedes dar clases por Skype o hacer comidas y entregarlas a domicilio, depende de lo que requiera el cliente. Como logró Paola Alonso, encontrar un vacío en el mercado y apoyar las demandas del cliente puede ser el factor clave que le dé éxito al negocio.
3. Imagina tu dinámica de trabajo según tus tiempos. Alonso empezó a producir por las noches, ya que era el tiempo que le quedaba libre tras cuidar a sus hijas.
4. Crea una prospección. Hay que tomar en cuenta los futuros clientes para saber qué inversión se le va a hacer al producto y cómo irá creciendo. “Por ejemplo, si voy a crear bisutería o bolsos artesanales, de 100 personas que contacto, 50 estarán interesadas. De esas, sólo 20 tienen intención de consumirlo y, al final, compran 15”.