Tras su aparición en redes sociales y medios de comunicación, Francisco Orihuela, el vendedor de empanadas de Acapulco, incrementó en más del cien por ciento la venta de su producto.
En entrevista para Milenio, dice que aumentó la venta de empanadas, creció el número de clientes y sobre todo una mayor popularidad.
Francisco Orihuela, admite que desde que se hizo viral en las redes sociales el video ofertando su producto y tras su aparición en diversos medios, sus ventas se incrementaron y ahora lo hace en tiempo record.
"Aquí en la colonia, doy la vuelta y en media hora o una hora, vendo todas las empanadas. Ahora vendo más.
"Me dicen, tu eres el chico de las empanadas y les digo así es señora o señor y compran una o hasta seis órdenes. Luego me dicen, me permites una foto y les digo, claro que sí y me compran más", dice con una sonrisa.
Hasta antes de que Francisco Orihuela apareciera en las plataformas sociales ofreciendo en forma peculiar sus empanadas, era un vendedor más en las playas de la bahía de Santa Lucía en Acapulco.
Ahora, la vendimia de las empanadas que elabora de jamón con queso, queso con jamón, tiburón dietético y hasta de manzana, superó sus expectativas.
"Antes hacía 60 empanadas y tardaban vendiéndolas en la playa, pero ahora, hago cien y en menos de una hora ya las vendí, incluso ya tengo clientes frecuentes que ya me hacen pedidos por dos o cuatro docenas", presume.
Asegura que mucha gente que lo reconoce le pide fotografías y aprovecha para vender sus empanadas.
Con una bandeja apoyada en su mano derecha y un discurso que podría envidiar un experimentado mercadólogo, la peculiar estrategia discursiva de Orihuela, generó que Arturo Elias Ayub, director de Alianzas Estratégicas y Contenidos de América Móvil Telcel y mano derecha del multimillonario Carlos Slim, le ofreciera un contrato que el adolescente rechazó.
“Si usted compra sería una arma de doble filo porque usted podría comer empanadas a la altura de su paladar y ayudaría a la economía de un empanadero simpático de Acapulco que tenía la actitud de terminar la jornada a tempranas horas del día”, dice el joven entre risas.
Fuente: Milenio