Hoy en día en México y en todo el mundo hay tasas de interés muy bajas. En algunos lugares, incluso los gobiernos de países fuertes como Alemania o Suiza, colocan bonos a tasas negativas (sí, aunque carezca de toda lógica, uno recibe al final del plazo menos dinero del que invirtió).
Pero aun y cuando las tasas de interés subieran, en términos reales (una vez descontada la inflación) no admiten un crecimiento importante de nuestro dinero en el largo plazo que permita construir un patrimonio.
Esto nos obliga a que, particularmente en inversiones de largo plazo como ahorro para el retiro, tengamos que tomar en cuenta otras opciones para incorporar a nuestro portafolio de inversión.
Aquí quiero detenerme porque muchas personas piensan que es una u otra, que las opciones son excluyentes. Frecuentemente me preguntan ¿Me conviene invertir en Bolsa o mejor en oro? ¿Invierto en dólares o en pesos?
De lo que se trata es de construir un portafolio diversificado. De hecho, lo importante es que esa diversificación sea inteligente y esté hecha tomando en cuenta nuestro horizonte de inversión y nuestra tolerancia al riesgo. También nuestro conocimiento sobre inversiones (uno NUNCA debe invertir en un instrumento cuyo funcionamiento y riesgos no comprendamos).
El arte, al final de cuentas, es encontrar un portafolio que sin exceder el riesgo (volatilidad) que estamos dispuestos a asumir, pueda maximizar nuestro rendimiento potencial. Eso es lo que los verdaderos profesionales en inversiones suelen tratar de hacer.
Desde mi punto de vista, la inversión en Bolsa debe ser parte de cualquier portafolio diversificado con horizonte de largo plazo, incluso para la gente más conservadora. ¿Por qué?
Para responder esta pregunta, necesitamos entender algunos aspectos esenciales sobre este mercado y sobre cómo funcionan las acciones.
¿Qué es una acción?
Podría definirse como un título de propiedad, que representa una parte de la empresa. ¿Cuánto? Depende del número de acciones que existan.
Por ejemplo, si una empresa sólo emite dos acciones, tener una representa una propiedad de 50% de la misma. Si hay 100 acciones, entonces una acción representa una propiedad de 1 por ciento. En otras palabras, una acción se define como el título representativo del capital social de una empresa.
Ahora bien, todas las empresas que se constituyen tienen accionistas, pero éstas no se comercian ni se cotizan en ningún lado. Si un accionista quisiera vender su parte, tendría que ofrecerla a otros accionistas o bien a algún inversionista privado y ponerse de acuerdo en el precio, en el valor de esas acciones.
Por otro lado, cualquier compañía puede tener necesidades de financiamiento. Una manera es emitiendo deuda (pidiendo prestado ya sea al banco o a inversionistas y pagar una tasa de interés), o también puede buscar nuevos socios que inyecten capital, a través de la emisión de nuevas acciones.
Ambas cosas se pueden hacer de manera privada (es decir invitando sólo a algunas cuantas personas interesadas) o también mediante una oferta pública a través del mercado de valores. En este último caso cualquier persona interesada, cualquier inversionista podría comprar los instrumentos emitidos por la compañía.
Cuando una empresa opta por levantar capital en el mercado de valores, emite nuevas acciones y las ofrece al gran público inversionista a través del mercado de valores. En este caso tiene que emitir un prospecto de información, que es prácticamente un plan de negocios. Incluye los estados financieros auditados de la compañía, además del uso que le dará a los recursos que obtenga por estas nuevas acciones.
Cuando esta oferta (conocida como oferta primaria) ha sido realizada, sus acciones comienzan a cotizar en el mercado. A través de él, los inversionistas pueden intercambiar estas acciones. Es decir, habrá quienes opten por ser socios de esta compañía y conservarlas en el largo plazo, otros que prefieran comerciar con ellas en un mismo día buscando obtener una ganancia de corto plazo.
Es importante mencionar que cuando una compañía es pública, es decir sus acciones cotizan en una Bolsa de Valores, tiene que entregar información de manera periódica (usualmente trimestral) sobre su situación financiera, además de informar cualquier evento que pueda ser relevante para los inversionistas (por ejemplo, una adquisición).
En la siguiente colaboración abundaremos acerca de cómo funciona el mercado.
Fuente: El Economista