Dinero en Imagen plantea que podríamos pensar en las actitudes de Donald Trump, sus declaraciones y sus promesas de campaña tan sólo asunto político pero no, también pertenecen al ámbito gerencial y al liderazgo que como jefe de un equipo posee.
Por ello, cabe preguntarse ¿cómo sus empleados manejan el hecho de pertenecer al equipo de un candidato que constantemente actúa en su propia contra? ¿Qué estrategias adoptan para sobrellevar y –en lo posible- modificar el carácter de su empleador?
Trump no es el único líder de un equipo con esas características en el mundo. Desafortunadamente, estos jefes son comunes. De acuerdo con un artículo publicado en 2014 por Harvard Business Review, existen tres tipos de “pésimos líderes” y uno de ellos es el “Líder sabelotodo”.
Este líder, “cree que lo sabe todo. Asume que es la persona más inteligente del grupo y la única interesada en lograr el éxito. También cree que sin él, todo se arruinaría. Este tipo de líderes no son incompetentes, pero mejorarían mucho si fueran más confiables, inclusivos y escucharan más”, se explica.
Y de acuerdo con un artículo publicado en New York Magazine, Donald Trump pertenece al tipo de “líderes sabelotodo”, por ello proporciona unos cuantos consejos para lidiar con alguien así (si de casualidad tu jefe se parece a él).
Permite que tu jefe descubra tus ideas
Este tipo de líder te desafiará y llevará al fango tus ideas cuando se trate de debatir sobre los pros y contras si las presentas con todo un plan. Sin embargo, les encanta detectar grandes ideas, así que trata de presentarlas como si estuvieran “cocinándose”; es decir, como si no estuvieras seguro de su eficacia. Esto permitirá que “las descubra por sí mismo”, pero que sepa quién le dio ese “empujón”.
Canaliza la energía de tu jefe
A ellos les encanta “comprometerse” con algo nuevo todo el tiempo y una vez que tienen una nueva idea otorgarán el tiempo y el espacio para que los empleados hagan su trabajo. El truco, sin embargo, es la creación de áreas, ideas y estrategias productivas para que la energía del jefe se canalice a la organización.
Deja que tu jefe experimente la realidad
A veces presentar los mejores argumentos sobre una idea o estrategia no es suficiente. Si al líder no le convence, cree que no es necesario o que no funcionará no importa cuán bueno sea lo que propones. Si sus prejuicios o desconocimiento del tema son lo bastante grandes para negarse, lo hará. Así que debes emplear un nuevo movimiento: llevarlo a la realidad para que conozca de primera mano el problema y sus soluciones.
Pon a prueba estos consejos y dinos si funcionan. Recuerda que no es necesario implementarlos todos al mismo tiempo. Esto es parte de un proceso.
