Si eres un joven profesional descontento con tu trabajo, tal vez sea el momento de cambiar.
Pero, cuando uno no lleva mucho tiempo en las filas de la fuerza laboral, se vuelve más complicado detectar que uno se encuentra en un mal empleo, de acuerdo con Catherine Tinsley, experta en management en la Universidad de Georgetown, dedicada a investigar las dinámicas en los centros de trabajo.
Tinsley ha identificado cuatro señales que pueden ayudar a cualquiera, hombres y mujeres, a detectar si el esfuerzo diario en el trabajo llevará a un aumento salarial o si es tiempo de desempolvar el curriculum.
SÓLO HAY UNA OPORTUNIDAD PARA NEGOCIAR
Múltiples compañías revisan el desempeño de sus empleados sólo una vez al año, en la misma temporada en la que puedes pedir un ascenso... igual que el resto de tus colegas. Esto reduce tus posibilidades de adelantarte a los demás, según Tinsley.
Si ese es el caso, reunirte con tu superior cada trimestre puede aligerar la presión de una evaluación anual y ayudarte a corregir errores más rápido.
"Las reuniones para 'tocar base' te darán más opciones de obtener 'feedback' sobre cómo debe ser el desempeño de excelencia y cómo se premia este esfuerzo", explica Tinsley.
Durante estas charlas, Tinsley recomienda tener una estrategia de salida en caso de que tu jefe no te dé lo que esperas. Por ejemplo, si pides un ascenso y te lo niega, tu estrategia de salida podría ser preguntarle por dos o tres ejemplos concretos de lo que le haría cambiar de opinión luego de cierto periodo de tiempo, que podrían ser unos tres meses.
LOS SALARIOS NO SIEMPRE SON JUSTOS
La transparencia salarial puede ser un camino engañoso para muchas compañías. Pero cuando sabes que a un compañero le pagan más por hacer el mismo trabajo que tú, es válido preguntar a tu superior sobre esta diferencia antes de amargarte o sentir que estás perdiendo el tiempo.
"Una de las cosas que sabemos por nuestras investigaciones es que lo que gana una persona le importa menos a un empleado que si su colega está recibiendo más por realizar el mismo trabajo", dijo Tinsley.
Cuando tu empresa no es transparente respecto a su política de salarios, no sólo no es justa, sino que podría significar que tu empleo es un callejón sin salida. Los empleados que no conocen el valor de su trabajo, y no pueden medir el peso de tener mayores responsabilidades en su salario, tiene menos opciones de avanzar.
CUANDO LOS DIRECTORES VIENEN DE FUERA
El liderazgo en cualquier compañía es un buen indicador de su equilibrio en cuanto a género y raza, sostiene Tinley, pero también muestra si la empresa promueve el crecimiento de sus empleados.
Es fácil encontrar información sobre los miembros de las juntas directivas de compañías que cotizan en la Bolsa. Si la junta directiva de tu empresa está compuesta de contrataciones externas, el primer paso es investigar la razón de esto preguntando a tus superiores si han notado una tendencia.
EL TRABAJO A DISTANCIA NO SIEMPRE ES LA MEJOR OPCIÓN
Ofrecer beneficios como largos permisos de maternidad o "home office" está de moda entre varias empresas que buscan retener a sus mejores trabajadores. Pero aprovechar esas ventajas puede dañarte más de lo que te beneficia, sobre todo si nadie más en la empresa lo está haciendo.
"Tener la opción de integrar otras partes de tu vida con el trabajo puede ser grandioso, pero ¿todos los empleados están tomando ventaja de estos beneficios?", preguntó Tinsley. Si tus colegas están más tiempo que tú en el punto de mira de tus jefes y tienen más oportunidades en el trabajo por sólo estar en la oficina, esas políticas de "home office" pueden estar afectándote.
(Con información de Bloomberg)