Con una maestría en Economía, María Silvia de Jesús Ordóñez Hernández se desempeña como intendente en el municipio de Escobedo y ahora aspira a ser gobernadora del estado.
Luego de que la Comisión Estatal Electoral (CEE) aceptó su registro como precandidata independiente a la gubernatura, Ordóñez Hernández se convirtió en la primera mujer en la historia de México que se lanza al ruedo electoral sin partido.
La aspirante, de 65 años de edad, está decidida a continuar con los trámites para que se le permita iniciar una campaña formal y, por tanto, le otorguen los recursos oficiales.
Si le dan luz verde, dice, pretende constatar hasta dónde un ciudadano puede avanzar en su lucha en solitario para llegar a la primera magistratura de la entidad.
A diferencia de los demás aspirantes que ya se han destapado, María Silvia carece de estructura formal para lanzar una campaña. Su plataforma política consta de un decálogo de buen gobierno para ciudadanos, en el que destaca la erradicación de la desnutrición infantil y el abatimiento de la indigencia en la entidad, entre otros puntos.
Para registrarse como candidata, la CEE le pidió 103 mil firmas de ciudadanos que la respalden. Hasta la semana pasada llevaba alrededor de 7 mil y el plazo vence el próximo 16 de febrero.
Cuando se le pregunta si cree que conseguirá llenar el requisito, responde: “Sólo digamos que sí lo deseo”.
Los alcances de la independencia
Nacida en Matamoros, Tamaulipas, Ordóñez Hernández cursó la licenciatura de Economía por la Universidad Autónoma de Nuevo León y luego hizo la maestría en Economía del Sector Público en el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), en el Estado de México.
Es reservada para hablar de su vida personal. Sólo comenta que se casó con un hombre nacido en la ex Yugoslavia, quien murió en 2012.
Al preguntarle por qué desde hace siete años se desempeña como intendente, trabajo para el que está sobre calificada, la residente del municipio conurbado de San Nicolás defiende su ocupación.
“Yo se la cambio: la sociedad ha desvalorizado todos los trabajos relacionados con la ocupación doméstica, llámese cocina, limpieza, incluso de enfermería. No estoy sobre valorizada, estoy enfocando algo que socialmente ha sido desvalorizado por conveniencia: el ama de casa que produce la fuerza de trabajo, que prepara de comer, lava, arregla la cama…
“No es que esté sobre calificada, sino que tengo un enfoque muy diferente de lo que es la economía, pues no sólo existe la economía de la empresa, sino también la doméstica”, señala.
En su diario trabajo, en las oficinas del municipio de Escobedo, donde gana alrededor de 4 mil pesos mensuales, María Silvia barre, trapea, sacude los escritorios y saca la basura. Dice que trabaja con productos químicos que afectan su piel y la administración no les proporciona un jabón para lavarse después de la jornada.
Señala que con la pretendida candidatura busca que se abra camino a los independientes, y si gana espera impulsar nuevos modelos para la toma de decisiones desde el gobierno.
“Esta decisión mía de participar, pese a que hay muchas cosas que me harían que no participara, lo hago porque creo que es una buena oportunidad no solo para mi, si no para los que vienen. Que no sean importados más modelos, sino tener el propio. Es momento que nosotros decidamos qué tipo de organización social deseamos”.
Añade: “Por eso hago un llamado a los jóvenes, de los 18 a los 40, porque me parece importante que en lugar de memorizar esquemas, veamos hasta dónde esos modelos no ayudan a realizar la realidad completa que nos rodea, que hemos creado nosotros. Todos criticamos, pero hay que ver cómo voy a resolver eso”.
Ordóñez trabaja durante el día, y en la noche acude en autobús interurbano a un modesto local, en el centro de Monterrey, donde atiende a la prensa y recibe firmas de los simpatizantes.
Esa oficina es la sede de una asociación civil denominada Integración Ciudadana, que le proporciona apoyo jurídico, la respalda en la campaña y le presta el espacio para que impulse sus aspiraciones independientes.
Aunque nunca ha participado como candidata en una elección, presume de amplia trayectoria en el servicio público en diversos puestos y en varios estados del país, por ejemplo en el Instituto Mexicano del Seguro Social, la Secretaría de la Reforma Agraria y la Secretaría de Hacienda.
“Si escribes que soy novata en la política te doy un coscorrón”, bromea la aspirante, quien viste de negro, luce una cabellera completamente cana y no usa maquillaje.