El FC Barcelona se ha proclamado campeón de la Supercopa de Europa en Tiflis (Georgia) después de un partido loco que se ha decidido con un gol de Pedro en la prórroga. Tras dar la vuelta al gol tempranero de los andaluces con dianas de Messi (2), Rafinha y Suárez, el Barça se ha situado 4-1 al inicio de la segunda parte, pero el Sevilla no ha bajado los brazos. Los de Emery han empatado y han forzado la prórroga. Al tiempo extra, Pedro ha dado la quinta Supercopa de Europa en el Barça, que sigue soñando con el sexteto.
Las cosas no empezaban bien para el Barça, pero era una cuestión provisional. Una falta de Mascherano sobre Reyes en la frontal la ha convertido Éver Banega en el 0-1. Era momentáneo, sin embargo. Se ha encargado de poner remedio Messi sólo cinco minutos después en una jugada calcada al gol sevillista. El '10' ha ejecutado magistralmente una falta al borde del área para igualar de nuevo el encuentro. Y era sólo el inicio de una nueva exhibición del crack argentino. Y es que no tardaría ni diez minutos más en darle la vuelta él mismo el marcador. En otra falta, ahora más lejana y perfilada en el otro lado, Messi ha vuelto a batir a Beto, que no se ha acercado a ninguno de los dos disparos.
Continuidad a la mejora
Messi había solucionado lo que había comenzado de la peor manera y, además, el Barça se ha encontrado más cómodo a partir del 2-1. Y el público también. La grada hacía la ola ya en el minuto 25 -también la afición del Sevilla. Rafinha, actuando como delantero en muchos momentos, y de nuevo Messi, que ha probado incluso el gol olímpico, podrían haber ampliado distancias. Suárez ha visto como el árbitro, el escocés William Collum, le anulaba un gol por fuera de juego. Alves y Rakitic, con disparos lejanos, han sido los siguientes a intentarlo.
El Barça dominaba, calmaba el juego cuando convenía y mordía cuando creía conveniente. Aún así, el Sevilla ha tenido su oportunidad de empatar, pero Alves ha salvado bajo palos la definición de Gameiro. Y la primera parte, que había empezado mal, finalizó inmejorablemente. Suárez, después de errar un uno contra uno ante Beto, ha recuperado y ha servido en bandeja el 3-1 a Rafinha. Ovación al Dinamo Arena para un Barça superior en el camino hacia vestuarios.
Locura de goles
La primera parte no había decepcionado al espectador. Y el inicio de la segunda tampoco lo ha hecho. Pronto el Barça ha conseguido otro gol que daba más tranquilidad. Sergio ha cortado un mal pase de Trémoulinas y ha servido de primeras el gol a Suárez, que definió con sangre fría. El 4-1 parecía sentenciar la final. Pero el Sevilla no es campeón de la Europa League por casualidad.
Los de Unai Emery no han bajado los brazos y han sacado fuerzas para recortar distancias mediante Reyes. El tanto les ha dado alas, y un penalti de Mathieu transformado por Gameiro para situar un peligroso 4-3. Los sevillistas estaban lanzados, y han aprovechado el impulso para hacer el cuarto, obra Konoplyanka. El Barça ha quedado KO y no ha podido evitar la prórroga.
Sufrimiento y supercampeones
Al tiempo extra, los nervios y la carga de minutos en las piernas se han notado los dos equipos. Pocas ocasiones y más tensión. Los minutos pasaban y los penales cada vez eran más cerca. Pero entonces se ha repetido el guión de 2009 en Mónaco. Había entrado en el campo después de que se confirmara la prórroga, y lo ha vuelto a hacer. Pedro ha recogido un rechace de Beto en el área pequeña y ha dado al Barça la tan deseada y luchada Supercopa de Europa en Tiflis. Explosión de alegría en el terreno de juego, en el banquillo y en la grada del Dinamo Arena. La quinta ya es del Barça.