“¿Crees que es culpable?” En Estados Unidos, en las últimas semanas no han hecho falta nombres ni referencias para entender la pregunta. Millones se la llevan haciendo desde que la periodista Sarah Koenig empezara a emitir -primero en la radio pública y luego por podcast- Serial. En este documental seriado, cada semana se revisa exhaustivamente el asesinato de la adolescente Hae Min Lee en un suburbio en la ciudad de Baltimore en 1999, y la condena a cadena perpetua por este crimen de su exnovio Adnan Syed, de origen pakistaní.
Al igual que millones en los 90 se preguntaban “¿quién mató a Laura Palmer?” por la mítica serie de televisión Twin Peaks, dos décadas después el misterio es si Adnan realmente cometió el crimen o no.
Pero las comparaciones acaban ahí. Ante todo porque la historia que desgrana Serial es muy real. Adnan, que ahora tiene 34 años, cumple su sentencia en una prisión del Estado de Maryland, desde donde responde por teléfono a preguntas de la periodista para su documental. Y también porque, al contrario que en la ficción, la respuesta a la pregunta en boca de tantos no está al final de un taquillazo de Hollywood ni en el último capítulo de la temporada de una serie de televisión.
De hecho, advierten los responsables del programa, puede incluso que no se tenga una respuesta cuando el documental termine a finales de año, en principio tras 12 capítulos descargables cada semana.
Mientras, la periodista Koenig juega al ratón y el gato con el oyente, al que lleva en programas que duran de 30 minutos a una hora a través de un detallado análisis de las pruebas recopiladas en 1999 y el hallazgo de nuevas evidencias.
También hace escuchar testimonios de la época y entrevista a amigos y testigos de los dos jóvenes protagonistas. Visita incluso algunos de los parajes clave en la historia, como Leakin Park, el gigantesco parque de Baltimore donde fue hallado el cuerpo de Hae Min y que ya antes de que Serial se convirtiera en un fenómeno tenía una siniestra fama como uno de los lugares más habituales para abandonar cadáveres (van al menos 68 desde 1946).
Y es que en Serial un protagonista más es la propia Baltimore. La antigua bulliciosa ciudad portuaria situada a menos de una hora de la capital de EE UU lleva años en plena decadencia y abandono. Ya antes de Serial arrastraba una leyenda de criminalidad y drogas magistralmente retratadas en la serie The Wire.
Las dotes narrativas del equipo detrás de este proyecto están fuera de dudas. Al fin y al cabo, Serial es un spin off de un veterano programa de la radio pública estadounidense, “This American life”.
Pese a ello, el éxito de Serial ha sorprendido a propios y ajenos, en vista sobre todo de que es un producto para escuchar, en plena era de estímulos ante todo visuales.
Serial ya ha batido el récord de ser el podcast que más rápidamente logró la marca de cinco millones de descargas. Una cifra que además ha dejado rápidamente atrás: cada capítulo -y ya van diez- supera los dos millones de descargas, es decir, de oyentes, una cifra que ya quisiera para sí más de un programa de televisión. En la red social Reddit, el debate sobre la culpabilidad de Adnan y los posibles sospechosos adicionales es acalorado.
Y el éxito ha superado incluso las barreras nacionales: la serie tiene ávidos seguidores no solo en EE UU, también en Canadá, Reino Unido, Australia, India, Sudáfrica y hasta Alemania.
Algo que empieza a hacer pensar a algunos expertos si este tipo de programas podría cambiar la forma en que se escucha la radio, tal como Netflix ha hecho con la manera de ver series.
“No nos esperábamos que tanta gente fuera a escucharlo y a escribir sobre el programa, mostrando tanto interés por él. Y es internacional”, reconoció la productora de Serial , Julie Snyder, a la agencia AFP.
Mientras se analizan los posibles cambios comunicacionales que pueda provocar Serial , un profesor de literatura de un instituto de California, Michael Godsey, ya ha dado un paso innovador: tal como anunciaba en un “post” de su blog que también se ha vuelto “viral”, ha decidido sustituir el Hamlet de Shakespeare por Serial. La serie permite enseñar requisitos básicos de lectura y escritura “de forma más divertida, cautivadora y conducente que cualquier cosa escrita por Shakespeare, Joyce u otro”, afirma el profesor. Con un aliciente adicional: nadie, ni él mismo, sabe cómo acaba.
Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/08/actualidad/1418059208_072805.HTML