En marzo de 2009 la Ciudad de México parecía un pueblo fantasma. La crisis desatada por la epidemia de influenza AH1N1 detuvo las actividades de una de las ciudades más pobladas del mundo. Eduardo Salles se fue a Querétaro, a 220 kilómetros de la capital mexicana, y decidió que ese tiempo fuera de la escuela era el indicado para concretar una idea en la que ya venía pensando tiempo atrás. Así, en medio de una epidemia, inició Cinismo Ilustrado, una página en donde Salles cuelga viñetas sobre catástrofes, sátira social y situaciones cotidianas que se viralizan a través de Facebook y Twitter.
Lo primero que hizo fue un decálogo de las cosas que no quería que fuera el sitio y poco a poco internet se fue llenando de sus ilustraciones. “Lo importante de que estén ahí es que pueden llegar a cualquier parte del mundo", dice Salles, publicista de 27 años.
El éxito ha sido tal que algunas de sus ilustraciones se pueden encontrar traducidas en el sitio 9gag.com, la más notable, el amor, una analogía de cómo es el amor desde la idea de la media naranja. Que sus imágenes estén por la red, a veces sin crédito, no le molesta. Para él internet es "agarrar, hacer y repetir".
Este sitio, nacido en la era digital, ya tiene un libro con una selección que hizo el propio Eduardo. En septiembre de este año salió la primera edición y ya está agotada. Para el próximo hay planes de venderlo en España a través de la editorial Planeta.
Salles no estaba contento con la idea del libro, pero la editorial Tumbona lo convenció. "Las ilustraciones en digital por más que se viralicen son efímeras, se perderán en unos años, no habrá una constancia física de que existieron".
Antes de Cinismo Ilustrado, Eduardo estudiaba Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México, después de la influenza la abandonó. Eligió esa carrera porque lo que siempre le ha atraído son las ideas. “Sabía que quería expresar ideas pero no cuál era el formato idóneo para hacerlo”. Comunicación le pareció un espacio para aprender “todología básica”. Nunca se interesó por estudiar diseño gráfico “porque te limitaría a una forma de expresión”.
Actualmente, además de Cinismo ilustrado, Salles colabora con un diario mexicano haciendo viñetas que han servido también como estandartes en movimientos estudiantiles. “Se siente bien si en algún momento el diseño puede ayudar a crear símbolos de una manifestación o reclamo social, pero no lo hago pensando en eso”, confiesa.
Su proceso creativo tampoco es algo fuera de lo común. “Depende la ilustración, lo más difícil es pensarlas no ejecutarlas, de eso depende el estilo del diseñador, cuando tienes que pensarla mucho, ya perdiste la intención. No tengo un proceso”.
Las ilustraciones que le han resultado más conflictivas poco tienen que ver con temas espinosos como religión o política, para él hacer algo sobre estos temas ya no es controversial. Hacer crítica o sátira de algo que parece que está bien en la sociedad es lo que más comentarios negativos le ha traído, como una viñeta que hizo sobre el humanismo del siglo XXI, en donde una pareja pasa frente a un niño sin hogar sin inmutarse pero al pasar frente a un perro reaccionan y quieren ayudarlo.
Otra de las páginas que ha creado junto con otros diseñadores es nodoodles, en donde hacen los Doodles que les gustaría ver en Google, “la frontpage del internet, el billboard más visto del mundo”. Eduardo recuerda que hace poco la página llegó hasta el headquarter de Google y el director les mandó una carta para felicitarlos por su iniciativa.
Eduardo presentará la segunda edición de Cinismo Ilustrado el domingo 30 de noviembre en la FIL de Guadalajara en el salón Antonio Alatorre a las 19.30 horas. Le gustaría hacer un libro de los mejores comentarios que recibe en su página de Facebook de gente a la que le llega descontextualizada la imagen. “Por más que te esmeres en hacer algo muy inteligente, cómico o sarcástico, no le ganas nunca al humor involuntario”.
Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2014/11/28/actualidad/1417138258_495568.HTML