Muchas personas reciben en algún momento una gran cantidad de dinero. Una de las formas más comunes es a través de una herencia, pero también puede darse cuando perdemos nuestro empleo (por la indemnización legal, que con los años puede ser muy importante), al perder un ser querido que tenía un seguro de vida, con el éxito de un negocio propio o incluso si ganamos un sorteo.

Desafortunadamente, la gran mayoría termina perdiendo esa suma; la gastan muy rápido y no la administran bien. Ejemplos hay muchos: desde los deportistas que ganan mucho dinero y unos años después están en la ruina, hasta quienes ganan millones de dólares en la lotería y lo despilfarran hasta que en poco tiempo no queda nada.

Esto sucede porque la gente no está preparada ni mental ni emocionalmente para manejar esas cantidades. Somos humanos, tenemos deseos y, por ello, cuando vemos la posibilidad de alcanzarlos nos abalanzamos sobre ellos. Viajamos como siempre lo quisimos hacer: a todo lujo. Nos compramos el coche que siempre soñamos y nos excedemos en todo, hasta que llega otra vez un golpe muy fuerte de realidad.

¿Qué hacer entonces si estamos ante esta situación? A continuación algunos consejos del periódico El Economista:

No tomar decisiones precipitadas

En cualquier momento de euforia es recomendable mantener la calma. Muchos tienden a tomar decisiones precipitadas; es tan fuerte el impacto en sus vidas que olvidan replantearlas, sentarse a determinar lo que realmente quieren lograr, definir sus metas y actuar en torno a ellas. Éste es el error más grave que puede cometer, y la razón de existir de las finanzas personales.

Debemos pagar nuestras deudas

Lo mejor que podemos hacer es usar este monto para salir de deudas. Los créditos y préstamos no son gratis: cuestan, y mucho, por los intereses y comisiones que generan. Nuestros acreedores de esto viven: de cobrar intereses a tasas mucho más altas de las que uno podría conseguir en cualquier inversión financiera. Por eso, el pago de nuestras deudas generalmente es la mejor decisión que podemos tomar.

Educarnos financieramente e ir paso a paso

Si uno no ha sido capaz de manejar eficientemente sus finanzas personales, no hay razón para pensar que después de recibir un ingreso cuantioso sepamos cómo administrarlo. En este caso no debemos correr, sino ir paso a paso.

Debemos buscar la mejor manera para invertir ese dinero, para hacerlo productivo. Un pagaré bancario de alto rendimiento podría ser una solución de corto plazo, pero no es una inversión óptima. Por otro lado, no debe saltar de inmediato a inversiones sofisticadas que no entiende y del que no ha tenido tiempo de investigar. La educación financiera se vuelve imprescindible, tanto como la paciencia para no invertir en cosas que aún no entendemos.

Cuidarnos de los tiburones que van por nuestro dinero

Cuando uno obtiene una suma de dinero, aparecen de repente personas que quieren hacer uso de él. Familiares cercanos —o tan lejanos que ni siquiera conocíamos— se acercan para pedirnos el pequeño favor de prestarles una parte. Nos reencontramos con “grandes amigos de la infancia” que no vemos en 20 años. Comienzan a llegar tarjetas de crédito, llamadas o publicidad de empresas que ofrecen asesoría patrimonial para invertir. Todos ellos quieren convertir nuestro dinero en ingreso para ellos a través de la venta de productos financieros que les generan altas comisiones. Debemos alejarnos de todos ellos y ocuparnos de nuestros propios asuntos, de nuestro dinero. Busquemos nosotros qué hacer con él, no dejemos que nadie influya en este proceso.

Reconocer el efecto emocional

Al recibir una herencia muchos se sienten culpables del fallecimiento de ese ser querido, especialmente cuando sienten que no le dedicaron el tiempo suficiente. Para otros, el simple hecho de acumular patrimonio de forma instantánea les genera sentimientos de tristeza, sobre todo cuando se dan cuenta de que el dinero no resuelve la mayor parte de sus problemas. El dinero puede generar muchos más problemas de los que resuelve: puede traer avaricia, hacer que dediquemos todavía menos tiempo a nuestra familia, hacernos perder amigos y puede dejarnos solos.

Fuente: http://eleconomista.com.mx/finanzas-personales/2015/10/05/que-hacer-heredar-suma-grande