José Hanan
Esta frase empleada por Hernán Cortés, bien la podríamos aplicar a lo ayer vivido por los jugadores del Puebla de La Franja en su partido frente a las Águilas del América que terminó empatado a dos goles, y es que a pesar de saltar a la cancha como segura víctima ante un poderoso rival, el cual es cierto no ha caminado del todo bien durante el torneo, también lo es el hecho de que en sus filas cuenta con grandísimos jugadores que en cualquier momento son capaces de cambiar el rumbo de un partido.
Sin embargo, los Camoteros luego de un inicio incierto, y después de pasado (desde mi punto de vista) el pánico escénico logró nivelar las acciones hasta el punto de poner al América en serios aprietos, y después de lograr el empate y posteriormente volverse a quedar abajo en el marcador al terminar el primer tiempo, tuvo la fuerza para en la parte complementaria meter a los “millonetas” en su área hasta el punto de empatarles el juego y por poco ganarles mediante un “cabezazo” del “Bola” González y posteriormente un zapatazo de Felipe Ayala, que por quererla acomodar demasiado, la echó a un lado ante el marco desguarnecido, un dos a dos que al Puebla le sirve para sumar y mantenerse vivo en el grupo y además para seguir tomando confianza en sí mismos, sobre todo ahora que quedan cinco partidos dificilísimos.
Los Camoteros como le decía prefirieron la honra a ser vapuleados sin hacer nada al respecto, insisto, la actitud está, sólo es cosa de que se decidan.
Datos a comentar
Mal se vio al terminar el partido Gerardo Lugo al ser remplazado, esa actitud de aplaudirle al director técnico el cambio y patear todo lo que tenía enfrente de la banca, no lo dejan muy bien parado, sin duda debe de haber estado caliente y a veces suceden este tipo de situaciones de las que se tiene que aprender porque de por si el horno no está para “bollos”, creo que lo más saludable sería una disculpa al cuerpo técnico y a sus compañeros y seguir adelante.
Que llamó la atención ayer en el Cuauhtémoc la ausencia de Vicente Matías Vuosso en el once inicial del América, incluso ni en los cambios apareció, sin embargo trascendió que la ausencia más bien se debió a una situación disciplinaria por parte de Manuel Lapuente, ya que fue descubierto en el suburbio poblano de Cholula específicamente en un antro llamado “Container City” a altas horas de la noche y bien acompañado de algunas “amigas”, lo que Vuosso no calculó es que Lapuente gran parte de su vida la ha pasado en esta ciudad y conoce a mucha gente y no faltó quien le informara lo que estaba sucediendo, no en balde decimos “Puebla chica, infierno grande”.
Que hoy a eso de las cinco de la tarde será aceptado oficialmente como miembro de la Federación Mexicana de Futbol Ricardo Henaine Mezher, con esto se estará terminando la ola de especulaciones que han rodeado al equipo de La Franja en las últimas semanas, mismas que más que otra cosa han sido provocadas o filtradas por los que todo mundo sabemos, sin embargo las cosas caen por su propio peso y a otra cosa marinero.
Una de vaqueros
Sonaba insistentemente el teléfono de un miembro de la antigua directiva poblana, al otro lado de la línea una voz desesperada gritaba “hay que pelear, hay que pelear, hay que pelear, con lo que sea”, le explicaron que lo único que tenían ya al alcance era un antiguo contrato pero que el mismo no tenía firma del “supuesto” demandado, insistió “hay que pelear, hay que pelear, aunque sea con esto”, le dijeron, si aunque sea y colgó gritando lo mismo una y mil veces, “hay que pelear…”.
Como dato adicional, es el mismo que fingió un viaje la semana pasada para no estar en el desenlace de la FMF-Puebla, sin embargo ayer fue visto en el fraccionamiento La Vista jugando golf sólo y su alma y dicen los que se acercaron por ahí que lo único que balbuceaba era lo mismo y lo mismo, “hay que pelear, hay que pelear, hay que pelear” y así hasta el infinito. Nosotros como siempre seguiremos en línea. Hasta la próxima.