José Hanan
El tiempo sin lugar a dudas va formando a las personas, en cualquier ámbito de la vida, en el caso del futbol con los técnicos es exactamente lo mismo, y en el caso del “Chelis” en especial, cómo olvidar a aquel técnico principiante que incluso se encontraba en esos días (año 1990) estudiando para estratega en la ciudad de México, aquí en Puebla tenía su equipo llamado, primero, Real Solá y después Solá-Bilbao, mismo que jugaba en la Liga Ibérica de la ciudad de Puebla teniendo su sede en el campo del Ixtac de Atlixco.
Pocas batallas se suscitaron en esos tiempos con los equipos protagonistas de esa liga como el Dukla, La Asunción, La Salle, etc., verdaderas batallas de pantalón corto en las que ganar el domingo no significaba más que tres puntos en una liga amateur y el orgullo de vencer al odiado rival, en esos tiempos José Luis se había convertido en uno de los líderes de esta organización, tenía poder en la mesa directiva de la liga, ponía árbitros, suspendía jugadores, era presidente de su equipo y se mantenía en ese nivel de orquestador de una liga, que como le decía, no pasaba de ser de aficionados y de uno que otro ex jugador de Primera División ya retirado.
Diecinueve años después de esto que le platico y luego de haber sido director de fuerzas básicas durante diez años en el Puebla, también luego de ser entrenador de Primera División “A”, de haber agarrado a un equipo prácticamente desahuciado y con la colaboración de otras personas lograr el ascenso de la franquicia, después mantener a la franquicia en el máximo circuito y haber logrado después de un receso obligado la clasificación del equipo a las semifinales, donde estuvo a unos cuantos minutos de llegar a la final del torneo, ahora se perfila ya como un técnico mucho más maduro.
Como le decía después de tantos problemas, de tener que remar casi siempre contra corriente, de ser criticado severamente tanto por prensa local como nacional, ahora se ve como un técnico de verdad, ya no como el aficionado que por azares del destino se convirtió en técnico, y lo digo debido a que los planteamientos tácticos que está utilizando durante el último año nos dicen claramente que ya los resultados obtenidos no son obras de la casualidad, que desde el torneo anterior y en este mismo Puebla ha dejado de ser el “patito feo” condenado de antemano al descenso, los ocho partidos disputados hasta el momento con catorce puntos en su haber, los cuales desde mi punto de vista deberían ser por lo menos cuatro más, lo ponen en un invicto, que sin ser algo que le quite el sueño al equipo, sí lo pone en una situación totalmente diferente a las vividas en torneos anteriores.
Y es que la victoria del sábado pasado en Chiapas nos habla de que La Franja está en la antesala de tener un gran torneo, que incluso nos pondría, ahora sí y después de muchos años de regresar a este equipo, a los lugares del que nunca debió salir en el ámbito nacional, esto supeditado por supuesto a que la escuadra mantenga esa mística de lucha y solidaridad con el compañero para ir escalando posiciones y lograr grandes objetivos.
Veremos el próximo domingo si este equipo es capaz de capitalizar la victoria frente a Jaguares venciendo a otros felinos, los Pumas de la UNAM, con quienes tenemos deudas pendientes del torneo anterior, así es que una victoria el próximo fin de semana sería al dos por uno, ya que se estaría prácticamente evadiendo el tema porcentual y además se estaría tomando vuelo para llegar a una posible liguilla, donde además se estarían terminando los faltantes de dinero que se tienen para concluir el año futbolístico.
Orduña en la cuerda floja
Los malos resultados que en las últimas tres semanas ha obtenido los Lobos de la UAP, han prendido los focos rojos de la institución, y es que parece increíble que un equipo que ha tenido todo se encuentre flaqueando de esta manera, el tiempo se agota y la orden está dada, o se gana el próximo miércoles en el Cuauhtémoc a los Guerreros de Hermosillo o vendrá un cambio en la dirección técnica, desgraciadamente el arduo trabajo que ha realizado Sergio Orduña no se ha visto capitalizado en resultados, y como siempre en todos los equipos el hilo se rompe por lo más delgado, aunque el entrenador no sea el único culpable, sin embargo ganando aun se estaría a tiempo de enderezar el camino. Veremos. Nosotros como siempre seguiremos en línea. Hasta la próxima.