Dentro del Festival de Cine de Guadalajara (FICG32) se llevó a cabo la Master Class “La leyenda de Ofelia” en el Laboratorio de Arte Variedades (Larva), con la presencia de la gran actriz Ofelia Medina, quien el viernes, durante la inauguración del Festival, recibió el Mayahuel de Plata.

El evento inició con la proyección de su trayectoria en una pantalla, en donde se dieron a conocer sus inicios en teatro, televisión  y cine, describiéndola como una mujer incansable, resaltando su papel en cintas como “Frida”.

Al aparecer en escena, una gran ovación dio pie a su encantadora sonrisa.

“Doy la bienvenida a esta charla de Master Class con jóvenes talentos y nueva generación de cineastas. Su obra es reconocida en todas partes, en especial en este Festival. Fue de las gestoras para reconocer en la Constitución de nuestro país que somos un país multicultural”, señalo Iván Trujllo.

La actriz inició con un saludo singular: “Buenas las tengan y mejor las pasen todos”, lo que desató la risa de los asistentes y agregó: “Tuve el privilegio de tener una educación artística, como está en extinción en nuestro país. Fui a escuela de danza, en una escuela laica y con los mejores maestros. Cuando tenía 11 años conocí a Frida Kahlo, fui a su casa y tomé clases de pantomima con Alejandro Jodorowsky. Él no era el que ustedes ya conocen, era joven y nos tenía a base de latigazos, decía que la actuación era una entrega mística; qué bueno que tuve esa educación, nos levantábamos a meditar, éramos disciplinados”.

“De joven consideraba que los actores no trabajan mucho, los veía fumando, nosotros salíamos de la danza sudando y nos sentíamos la divina garza. Creía que ser actor no significaba un trabajo”

Kahlo siempre la marcó: “Visitaba la casa de Frida, veía sus libros que no entendía porque ella leía en alemán, pero hablaba del comunismo y llegaba a la casa a hablar de esto. Pablo Ignacio Taibo era mi compañero de la prepa, también estaba Carlos Salinas de Gortari y discutíamos de manera interesante”.

Salió de su casa muy joven: “Mi contexto familiar era fácil, aquí están las reglas, si no las cumples, adiós. Mi papá no sabía que estudiaba danza, un día vio mis mallas y me dijo que ya no iba porque no estaba de acuerdo, y me fui a los 17 años por las reglas de él, era su casa y sus reglas. Finalmente le doy las gracias a mi papá porque me aventó al ruedo muy chiquita”.

“Patsy, mi amor”, fue su primera película: “Pues era cuando García Márquez tampoco era el Gabo que conocemos, me ayudó esta película a entender lo que es un personaje. La danza me dejó a mí, porque todavía a mi edad quiero ser bailarina. La danza me encanta, pero ya había dejado de bailar tres meses”.

Ama la actuación

“Hago lo que me gusta. Sí, el personaje es pequeño pero me gusta lo hago, no siempre se puede hacer protagónico y eso es muy bonito. Yo no actúo por ser famosa, actúo porque me gusta y he tenido ese privilegio. Ofelia Guilmain me vio en teatro, me puso ‘la Poncha’ porque no podía haber dos Ofelia. Me llevó a Televisa con Azcárraga y años después me dijo que ya podía llamarme Ofelia, pero la chica porque ella era la grande”.

“Rina”, la exitosa telenovela, le quitó privacidad: “Significó perder mi vida privada, porque ya no podía ir al mercado, ni con mi hijo al parque, me encerré”.

“Frida”, su película: “Cuando se estrenó fue muy mal recibida. Mi madre me llamó y me dijo que no leyera el periódico, pero corrí al puesto, y hasta que ganó premios en el extranjero, ya la reconocieron en México. Decían que ya no estaba en edad de enseñar el cuerpo y ya luego que la hizo Salma, qué tal. La película costó ocho mil pesos, no cobramos por hacerla, la editaron y nunca nos pagaron, pero qué importa, es un gran trabajo. A mí se me quedó mucho de la película cuando leí su diario”.

De su trabajo, señala: “Yo no soy una actriz, soy una persona que actúa y amo lo que hago. Soy libre, yo sólo me dejo llevar, soy comprometida. El actor es un reflejo de su sociedad, uno no es actriz para ser famosa, ser actor no te da ningún privilegio de nada”.

Se habló del libro, el autor Adelino Vilchiz dijo: “Tengo 15 horas grabadas. Tuve que cortar muchas cosas, gracias Ofelia por darme chance”, a lo que ella agregó: “Gracias a ti porque me sacó toda la sopa sin darme cuenta”.

Posteriormente se pasó a la sección de preguntas y felicitaciones de parte de los asistentes, que disfrutaron este emotivo encuentro con la gran actriz.

El evento también sirvió de marco para presentar el libro “Ofelia Medina, un retrato”, que edita la obra de la gran actriz y que da los datos de “Tortilla”, guión de ella, sobre un niño maya que busca a su papá.

Fuente: https://www.eloccidental.com.mx/